Federico Carrasquilla
El Padre Federico Carrasquilla Muñoz es sacerdote antioqueño nacido en Itagüí, Colombia y adscrito a la Arquidiócesis de Medellín. Fue a Roma a estudiar teología en 1958 en la Universidad Gregoriana y fue ordenado en 1959 en la capilla de San Juan de Letrán, Italia. Al P. Carrasquilla le tocó vivir de cerca el nombramiento de Juan XXIII como Papa y todas las incidencias del Concilio Vaticano II. Mientras cursaba la licenciatura en teología en Roma, conoció la espiritualidad del Hno. Carlos de Foucauld, quien lo marcó para toda su vida. De Carlos Marx, profundizó en sus obras filosóficas, de quien valoró mucho su método de análisis de la realidad. Su libro Escuchemos a los pobres: Aportes para una antropología del pobre (Indo American Press Service, 1997) toma pistas de Marx, además de su lectura de Jesús en los evangelios. Sus otras publicaciones incluyen textos en Volver a Jesús de Nazaret (Boletín Horeb, 2011); Los escandalos de pedofilia en iglesia: Una lectura desde la fe (San Pablo, 2014) y Escuchemos al corazón: Elementos de antropología de la afectividad con Verónica Reyes Mercado (2022). A su regreso a Medellín en 1962, comenzó a trabajar como rector de Filosofía en el Seminario Conciliar. En 1967 se fue a vivir y trabajar en la Parroquia La Divina Providencia, en el barrio Popular de Medellín, donde se daba un proceso de “invasión” llevado a cabo por habitantes que venían de los distintos pueblos y regiones de Antioquia, traídos por el ciclo de violencia que vivía en ese momento el país. Vivió con la comunidad la tensión permanente con la policía, las precarias viviendas, y los ciclos posteriores de violencia por la llegada de grupos guerrilleros como el ELN y el M-19, y con la irrupción del narcotráfico en las décadas del 70 y el 80. En 1984, fue trasladado por el arzobispo de Medellín a una parroquia en el municipio de Bello. Hizo parte del grupo sacerdotal Golconda (“curas rojos”) y de Sacerdotes para América Latina (SAL). Ya octogenario, sigue produciendo intelectualmente, dictando retiros y haciendo reflexiones para agrupaciones de laicos, maestros, intelectuales y en universidades. –Hernán Ramírez
